¿Para qué sirve digitalizarse? ¿Qué ocurre durante el proceso de transformación? ¿Es lo mismo una cosa que otra? En pocas líneas lo aclara el experto economista Alberto Santana, que este mes de junio imparte una formación online organizada por la Cámara de Comercio de Lanzarote como Centro de la Red CIDE, y que brinda la posibilidad de acceder a un asesoramiento personalizado para aquellos que deseen adaptar sus negocios al entorno digital.
En estos tiempos de emergencia sanitaria, la incorporación de tecnología a los proyectos empresariales se ha acelerado de una manera exponencial, llevando a producir ciertas ineficiencias en las primeras semanas de confinamiento, sobre todo en aquellas organizaciones que no estaban preparadas para ello. A partir de ahí, se ha podido notar un incremento del nivel de productividad al trabajar desde casa.
¿Por qué unas organizaciones se han adaptado mejor que otras? ¿Fue el mero hecho de contar con la rutina del teletrabajo en algunas de ellas? ¿Existían más herramientas digitales en unas qué en otras?
La clave está precisamente en el título de este artículo. Las que han tenido más dificultades son aquellas que han realizado procesos de digitalización, mientras que las que desde el primer momento han podido teletrabajar, sin apenas cambios en su rendimiento, es porque habían realizado un proceso de transformación digital previo.
Pero vamos a aclarar estos dos conceptos, dado que se tiende a confundirlos, planteando su similitud. Los procesos de digitalización en una empresa ocurren cuando se sustituyen herramientas tradicionales por herramientas digitales, pero para un mismo uso y un mismo objetivo. Por ejemplo, antes apuntaba mis pedidos en una libreta, pero ahora utilizo una herramienta tecnológica de gestión de compras. Eso está bien, muy bien, de hecho, pero es diferente al concepto de transformación digital, que supone una reinvención de toda la organización, la integración de la tecnología en todas las áreas y la involucración de todas las personas, con un objetivo: mejorar la competitividad y aportar mayor valor a tus clientes.
Pero para llegar a ello hay que preparar a la organización y también preparar a tus equipos de trabajo. No se puede iniciar un verdadero proceso de transformación digital sin tener una estrategia que la defina y la planifique, y que intente solventar una de las principales dificultades de este proceso: la resistencia al cambio.
Alberto Santana es Economista y Emprendedor. Fundador de Plan B Group. Acumula más de 18 años de experiencia como consultor en la mejora de sistemas de gestión empresariales, y más de 500 horas como docente en formación multisectorial. También tiene más de 10 años de experiencia como Auditor Jefe en Sistemas de Gestión de Calidad, medioambiente, e I+D+i. Tutor Nacional del Programa Innocámaras. Docente del Programa de Gestores de la Innovación desde el año 2009. Coordinador de diferentes programas de tutorización internacional. Experto en Sistemas de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva. Evaluador del modelo de excelencia europea EFQM. Coordinador de diferentes proyectos europeos en los últimos 5 años. Evaluador de la Comisión Europea para proyectos TIC de Horizonte 2020 desde el año 2015.
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