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Canarias, Backup de Europa

Canarias Backup de Europa podría ser solo el primero de una serie de proyectos de base tecnológica que ayuden a diversificar el modelo económico, convirtiendo a las Islas en lugar estratégico para el desarrollo de la economía digital. Lo desarrolla Jorge Alonso, CIO en Velorcios Group.FLC 1 Velorcios

Todas las personas desarrollamos, de manera natural, un vínculo perpetuo que nos une con el lugar que nos vio nacer. En muchas ocasiones ese arraigo a la tierra puede restar objetividad ante cualquier halago o exaltación que podamos hacer sobre las bondades, en mi caso, de Canarias. Los canarios tenemos ese sentimiento de pertenencia aún más acentuado y es que, probablemente, la condición de isleños ayude a que esto sea así. Este artículo se escribe con la intención de dejar a un lado cualquier sesgo chovinista que pueda empañar el fondo del asunto y es así como desearía que fuera recibido.

Es bien sabido que desde que Canarias se incorporó a la Corona de Castilla a finales del siglo XV, las Islas fueron reconocidas como un territorio único y singular. Esta singularidad ha sido explotada de diferentes formas a lo largo de los años por todas las partes interesadas. La más evidente de estas particularidades es, sin lugar a dudas, nuestra localización geográfica, que ha servido para que las Islas hayan sido ese puente intercontinental del que tantas veces se ha hablado. En la historia más reciente de Canarias, y centrándonos en el aspecto económico, el sector turístico ha sido el que mejor ha entendido las bondades del Archipiélago convirtiéndolo en todo un referente del turismo mundial. Consecuencia de ello, hoy en día el PIB canario depende en un porcentaje muy elevado de los aviones que aterrizan en nuestros aeropuertos.

Pero la pandemia nos mostró, a base de dolor y sufrimiento, la fragilidad de nuestro modelo económico y la necesidad de diversificar la economía isleña para evitar que cualquier contingencia que pueda afectar al motor de nuestro tejido empresarial tenga un impacto tan negativo como el hemos vivido recientemente o, al menos, podamos disponer de una vía alternativa que permita sortear una eventual crisis. Es en este contexto marcado por la incertidumbre donde cabe escuchar todas las propuestas que busquen diversificar nuestro modelo económico. Para ello conviene poner la vista en el medio plazo y pensar en fórmulas que eviten repetir un colapso como el de 2020. Pero en este proceso de búsqueda de alternativas, de repente, todas las singularidades canarias pudieran parecer que jugasen en nuestra contra: la insularidad, la enorme distancia al continente europeo, la falta de materias primas…

Existen una buena cantidad de factores que lastran muchas iniciativas que en otros lugares del planeta podrían funcionar sin mayor dificultad con una alta probabilidad de éxito. 1 Ante este baño de realidad, lejos de resignarnos, conviene aguzar aún más el ingenio y buscar proyectos que sí puedan encajar con las condiciones singulares de nuestra tierra. Así que una vez más toca pensar en qué somos realmente diferentes y cómo lo podemos explotar. Un análisis de la propuesta de valor de Canarias actualizado al siglo XXI nos reafirma que, efectivamente, vivimos en un lugar único en el mundo. Pongamos tres características encima de la mesa para apuntalar esta afirmación.

La primera y la más obvia es, una vez más, la distancia que nos separa del territorio peninsular y por lo tanto de Europa. Los más de 1.200 Km que existen entre Canarias y la costa andaluza nos convierten en un enclave único que nos diferencia del resto. Esta misma situación geográfica es la que nos define como una de las nueve Regiones Ultraperiféricas Europeas que hay en el mundo, las famosas RUP. Es decir, somos europeos de pleno derecho aunque nuestros pies estén más cerca de África que del viejo continente.

Y por si esto fuera poco, contamos con la fiscalidad que nos otorga la Zona Especial Canarias (ZEC). Una herramienta muy poderosa que todavía no hemos sabido explotar lo suficiente. Y una vez reafirmada la singularidad que nos diferencia de nuestros competidores, cabe plantearse cómo podemos explotar nuestras particularidades más allá de la industria turística que tanto conocemos, y es aquí donde surge la idea de pensar que Canarias podría convertirse en el Backup de Europa, con todo lo que ello significaría.

Vivimos en la era de la tecnología y no nos cansamos de decir que los datos son el oro del siglo XXI. La economía mundial está cada vez más digitalizada y los negocios se apoyan en la tecnología para apalancar su crecimiento con propuestas tan innovadoras como efímeras. Pero el crecimiento de este modelo digital se está produciendo de una manera muy acelerada y muchas propuestas nacen con pies de barro. La fragilidad de todo lo que rodea a la economía digital es enorme. Basta con poner algunos ejemplos de incidentes recientes para comprobar que este gigante de unos y ceros no es tan fuerte como pensamos y presenta serias fisuras que, día tras día, quedan a la luz.

Recordemos cómo miles de empresas perdieron todos sus datos cuando en marzo de 2021 se incendió el datacenter de OVH en Estrasburgo, muchas de estas empresas no tenían copia de seguridad. Por otro lado, las relaciones entre Estados Unidos y Europa son cada vez más tensas en lo referente a tecnología – pensemos, por ejemplo, en el conflicto de rodea al 5G – y la lucha por la hegemonía mundial del ciberespacio podría hacer que, en medio del fuego cruzado, perdiéramos el acceso a nuestros datos localizados en nubes americanas.

Por último, recordemos cómo la borrasca Filomena que sufrimos en enero del pasado año nos mostró lo frágiles que son nuestras infraestructuras y como toda la economía se puede quedar bloqueada por los tan temidos e inesperados fenómenos meteorológicos adversos. 2 Y como noticia de plena actualidad, la invasión de Ucrania por parte de Rusia deja en evidencia lo expuestos que están los datacenter europeos siendo identificados claramente como infraestructuras críticas. Imaginemos, por un momento, cuáles serían las consecuencias de un ataque militar a los principales Datacenter de Europa.

De llegar a suceder, automáticamente medio mundo quedaría desconectado. Y es en este contexto de fragilidad del modelo digital donde cobra todo el sentido la idea de imaginar a Canarias como Backup de Europa. ¿A qué empresa europea no le gustaría tener una copia de seguridad de todos sus datos en un lugar que esté lejos del continente, pero que al mismo tiempo cumpla con la legislación en materia de ciberseguridad y RGPD? Y si además ese lugar ofrece unas condiciones fiscales favorables, como las que propone la ZEC, no nos será difícil pensar que algún Datacenter de referencia quisiera disponer de instalaciones alternativas en nuestras Islas.

Canarias Backup de Europa, podría ser solo el primero de una serie de proyectos de base tecnológica que ayuden a diversificar el modelo económico convirtiendo a las Islas en un lugar estratégico para el desarrollo de la economía digital. Las piezas están bien colocadas y el contexto, hoy más que nunca, resulta muy favorable para pensar que merece la pena apostar por esta línea que quizás, pudiera ser el primer paso hacia una diversificación real del modelo económico de Canarias.

Esta entrada al blog, publicada también en Tribuna de Canarias, es una aportación de Jorge Alonso, CIO en Velorcios Group, ponente colaborador en eventos organizados por el CIDE Digital de la Fundación Laboral de la Construcción.

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