Fuente: Tribuna de Canarias

Cuando hablamos de tecnología, casi de manera natural, nuestro pensamiento se sitúa en el corto plazo y al amparo de la inmediatez, junto con el ritmo frenético de los cambios asociados, nos conformamos con decir que resulta del todo imposible planificar la estrategia digital para la empresa en el largo plazo porque la dosis de incertidumbre que rodea al mundo de los “1” y “0” es enorme. Y lo cierto es que esta afirmación no está muy desencaminada, pero no debe ser la excusa para evitar hacer un ejercicio de mayor profundidad que nos lleve a proyectar el futuro del sector tecnológico en un plazo razonable, como por ejemplo, seis años, y analizar cómo será el mundo en el que nos moveremos.