Fuente: CincoDías

"La primera semana fue un shock. No veíamos alternativa. Pero la asesoría nos dijo que se podían hacer pedidos telefónicos o por mail y nos activamos”. Así resume Begoña Suso, propietaria de Mandarina Pinturas, la experiencia de muchos comerciantes con el estado de Alarma. Sin facturación, hubo que reinventarse. La alternativa, la venta a domicilio.