Fuente: El Economista

En los últimos 15 años, el cambio climático se ha convertido en el centro de preocupación de la humanidad en su conjunto, atendiendo a las previsiones catastróficas que la ciencia augura si no se toman medidas urgentes para paliarlo. Tenemos un reflejo de la sensibilidad y los compromisos de los Estados en las Cumbres del Clima de carácter anual, así como en las iniciativas de los reguladores europeos, como el Plan de Finanzas Sostenibles, y las del sector privado y la sociedad civil, que se involucran cada vez  más en la búsqueda de soluciones. El sector financiero juega un papel fundamental en el proceso de descarbonización de la economía, discriminando en la asignación de capital y promoviendo el cambio del modelo energético, como inversor sostenible, mediante políticas de dialogo activo, engagement, y ejercicio de voto.