Fuente: Canarias 7

Un total de 233 revistas científicas del ámbito de la salud se han unido para solicitar a los gobiernos de todo el planeta la adopción de medidas de emergencia que aborden el «daño catastrófico a la salud» que supone el cambio climático. Los servicios sanitarios no podemos permanecer ajenos a este desafío. Como garantes de la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y de la asistencia sanitaria, debemos también atender la emergencia del cambio climático, innovando en la gestión y, por tanto, en salud. Entre otras cuestiones, la comunidad científica alerta de los riesgos sobre la salud derivados del aumento de la temperatura global y la destrucción del mundo natural. En los últimos 20 años, la mortalidad, entre las personas mayores de 65 años, relacionada con los efectos del calor en la salud ha aumentado más del 50%, observándose un crecimiento de episodios de deshidratación y pérdida de la función renal, de tumores cutáneos, de infecciones tropicales, de empeoramiento de la salud mental, de complicaciones en el embarazo, alergias e incremento de la morbilidad y mortalidad cardiovascular y pulmonar.La amenaza sanitaria que supone el cambio climático comienza a estar validada por los datos.