Fuente: El Mundo

Gran Canaria nunca ha sido una isla sólo para el verano y sus 24 grados de temperatura media anual le han bastado para venderse como uno de los destinos turísticos españoles permanentemente buscados. Quizá por aquello de estar a tiro de piedra, los peninsulares, sin embargo, han optado por otros refugios más lejanos para dorarse al sol cediendo su mar de dunas como zona guiri. Pero como de toda crisis surge una oportunidad, amanecer en Maspalomas en plena pandemia, incluso delante de un portátil, se ha convertido en la vía de escape perfecta para ibéricos.