Fuente: El Día

La dependencia de Canarias con el exterior es uno de los grandes obstáculos a los que siempre se ha enfrentando el Archipiélago. Pero una situación de emergencia como la que han atravesado las Islas en el momento álgido de la pandemia ha convertido esa dependencia en un verdadero peligro para la población, especialmente para los sanitarios. Con un mercado saturado y una estimación de uso por debajo de lo necesario, los equipos de protección que se necesitaban no llegaron con la premura necesaria. Por esta razón, y a la espera de la aparición de una segunda ola epidémica en noviembre, en el Archipiélago se ha empezado a trabajar en un proyecto de investigación que permitiría reutilizar los equipos de protección individual (EPI) para así no tener que recurrir en tantas ocasiones al mercado asiático.