Fuente: El Día

Se mueven de manera lenta, fotograma a fotograma, pero lo hacen con gracia y hasta con una cierta naturalidad, un rasgo que es sustancial a los niños, su público, sus más fieles seguidores. Igual que sucede con ellos, tampoco representan un grupo de riesgo frente a los nocivos efectos de esta pandemia del Covid-19. y de ahí que sigan a lo suyo, teletrabajando. Y aunque bien es cierto que prácticamente ninguna actividad puede considerarse ajena a las consecuencias del bicho -que bien podría convertirse en protagonista principal de una producción de este género-, las empresas dedicadas al cine de animación se sustraen, al menos de momento, al poder contagioso del virus, aunque lo miran de reojo.