Fuente: La Provincia

Los multimillonarios fondos recién aprobados por los líderes europeos en la histórica cumbre de Bruselas, un maná para la reconstrucción de los países más afectados por la crisis del covid-19, suponen para Canarias el último tren para acometer la mejora de su capacidad en un escenario que obliga a asumir ya, sin reservas, la transición verde y digital que propugna la UE. Habrá mucho dinero procedente de Europa para asignar a proyectos concretos que reanimen la economía regional, y esos proyectos son los que tienen que configurar el diseño del mapa de actividades del futuro relacionadas con la ciencia, la investigación, la tecnología, las energías alternativas, la economía azul, el turismo o las relaciones con África. Reconstruir Canarias supone repensar la región y reinventarla, elevarla sobre nuevas y bien cimentadas estructuras. En ese objetivo ineludible, las anunciadas ayudas europeas conforman la principal palanca. No darle buen uso sería inadmisible.