Fuente: El País

El sistema de producir, usar y tirar dominante desde la revolución industrial está dando paso a uno basado en la economía circular, en el que el desecho se convierte en materia prima. La prolongación de la vida de los productos es el mandamiento. El objetivo es que las empresas sigan creciendo pero de forma sostenible. Y, para ello, existen muchas maneras de lograrlo. Las compañías grandes, con más músculo, y también más escrutadas y exigidas por sus inversores y por la sociedad, lideran los cambios en este ámbito, pero ni son las únicas ni son suficientes. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) deben desempeñar un papel importante en esta transformación, pues suponen el colectivo de organizaciones más numeroso de España.